“En la Red de Centros de la IT seguimos la tradición educativa povedana, que cree en la unicidad de cada alumna, de cada alumno”
La Institución Teresiana es una Asociación Internacional de Laicos de la Iglesia Católica, “somos mujeres y hombres que nos asociamos para vivir la fe y contribuir a la promoción humana y la transformación social, mediante la educación y la cultura, participando en la misión evangelizadora de la Iglesia. Estamos presentes en una treintena de países en África, América, Asia y Europa”, explica María Ruiz Dávila, directora del Secretariado de la Red de Centros de la Institución Teresiana.
Hoy comenzamos una serie de entrevistas para que podáis entender mejor qué es la Red de Centros de la Institución Teresiana y cómo es el modelo educativo de sus centros educativos. Para esta primera, hemos querido que María Ruiz Dávila, coordinadora del Equipo de titularidad de la Red de Centros, nos explique su origen y su funcionamiento.
Pregunta: ¿Cuándo nace la Red de Centros y cuál era su objetivo inicial?
María Ruiz Dávila: La Red de Centros de la Institución Teresiana que hoy conocemos nació en 1985 en forma de un organismo técnico, el Secretariado de Centros Educativos Pedro Poveda, como respuesta a una necesidad de reflexión compartida de las distintas Titularidades y de las direcciones de centro en un momento de grandes cambios legislativos en el sistema educativo, que habían de aplicarse en los centros. En aquel momento se aprobó la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE) y se crearon los conciertos educativos como un modo de subvencionar de forma parcial la educación obligatoria a través de entidades de iniciativa social privada.
P.: ¿Cómo ha evolucionado desde el planteamiento inicial?
Mª. R. D.: En 2005 se reorganizó el Secretariado creándose una Comisión Permanente de representantes de la Titularidad de los distintos colegios. Esta organización evolucionó y maduro en las interrelaciones entre todos los centros y en 2017 se crea un Equipo de Titularidad único para todos ellos. Su misión es descubrir “la sabiduría” que se encuentra en la Red para potenciarla y distribuirla porque, tal y como decía Pedro Poveda, “aquí todos hemos de cooperar, nadie es comparsa”. Queremos:
- Garantizar la calidad y la cualidad de nuestra propuesta educativa.
- Hacer más visible nuestra acción educativa y evangelizadora desde los colegios según el estilo povedano.
- Promover permanentemente la actualización de los enfoques educativos y la formación de docentes innovadores que reflexionan y comparten sus prácticas educativas.
- Potenciar un modelo de gestión de los centros que incorpore criterios de planificación conjunta en la vida ordinaria de los centros.
Nuestro Equipo impulsa líneas de trabajo conjunto en diferentes áreas: pedagógica, pastoral, de comunicación, de trabajo con las personas y de gestión económica-financiera. Además, acompañamos la implantación de las hojas de ruta de cada equipo directivo de los centros, promovemos equipos de trabajo y planes de formación anuales a nivel de la Red para distintos colectivos: direcciones de centro, direcciones pedagógicas, coordinación de bilingüismo o de pastoral, orientadoras y orientadores, administradoras y administradores. Regularmente realizamos programas específicos de formación de directivos y coordinadores, así como de profesorado de reciente incorporación.
¿Cuáles son las claves del proyecto educativo de la Red?
Mª. R. D.: Seguimos la tradición educativa povedana que cree en la unicidad de cada alumna, de cada alumno. Queremos educar personas profundamente humanas, abiertas a las relaciones interpersonales, a la realidad y a la trascendencia, desde los valores del Evangelio. Apostamos ya hace muchos años por la inclusión y la equidad desde una cuidada atención a la diversidad en todas sus manifestaciones. Es una de las características principales por las que nuestros centros son conocidos en sus entornos.
También fomentamos la autonomía personal del alumnado, para que cada cual dé todo lo que puede dar de sí y se comprometa con la justicia desde el desarrollo de un talante cooperativo y el pensamiento crítico. Creemos que los niñas y niños, los adolescentes y jóvenes que conocen sus recursos personales internos, sus fortalezas y debilidades, que crecen desde su interioridad y que aprende a leer la realidad, “con la cabeza y el corazón el momento presente”, son capaces de identificar mejor las necesidades en su entorno local y también a nivel global desde su edad y capacidad. Nombran y se comprometen con temas éticos, cívicos y ecosociales que son vitales para nuestra humanidad y para nuestro planeta.
Y todo ello desde una pedagogía de la proximidad, desde la cercanía, el acompañamiento y el estilo de familia.
P.: ¿Qué diferencia el proyecto educativo de la Red de Centros al de otras entidades?
Mª. R. D.: Creemos en el inmenso potencial de cada uno de los docentes y del personal, en la capacidad educadora de todos los que trabajamos en la Red. Tenemos experiencia de más de 35 años de trabajo coordinado y en Red, además de los más de 100 años de experiencia en la formación de educadores como Institución Teresiana.
Un estilo organizativo basado en equipos de personas y en su acompañamiento personal y profesional. Creemos en un liderazgo de equipos que coordinan y gestionan otros equipos desde su generoso servicio y entusiasmo. Para nosotras, junto con el equipo directivo, es fundamental el equipo de coordinadores -lo que otros llamarían “mandos intermedios”- de cada centro. Son ellas y ellos quienes motivan a sus compañeros y compañeras, quienes colaboran con los Equipos directivos en el desarrollo de sus propuestas y planificaciones anuales de la mano de todo el claustro y con el apoyo incondicional del PAS. Reconocemos que “en el equipo está la fuerza” y nos vivimos “unidos para el bien”.
Creemos en una escuela donde la colaboración y apoyo de las familias es imprescindible para llevar adelante la confianza que depositan en nosotras y nosotros para educar a sus hijas e hijos. Con las Juntas de las AMPAS y los Equipos directivos de la Red construimos nuestro decálogo basado en la confianza, la identidad, la relación constructiva, la colaboración y comunicación transparente, sencilla y asertiva.
De hecho, somos la primera Red que contó con una Federación de AMPAS, a lo que le damos una gran importancia. La relación con ellos es fundamental para nosotros.
Pregunta: ¿Qué experiencias positivas se pueden extraer de la crisis generada por la pandemia que pueda tener un sentido mantener en el modelo educativo de la Red?
Mª. R. D.: Nuestra Institución nació para tiempos difíciles y propone un espíritu que no se basa en el temor, sino en la fortaleza y en el amor con el que queremos educar. La pandemia ha traído muchas dificultades, en primer lugar, para quienes se han visto afectadas por la pérdida de personas queridas, por la pérdida de salud o de empleo. Pero también nos ha traído certezas y confirmaciones, nuevas posibilidades para explorar una docencia que, según etapas, ha combinado la formación presencial y on line; una necesidad de seguir avanzando más en las competencias digitales y en el potencial de nuevas herramientas que hemos incorporado en tiempos récord.
Hemos aprendido mucho unos de otros en estos largos meses de pandemia. En primer lugar, de nuestros y nuestras alumnas por su impresionante capacidad de adaptación y su necesidad de relaciones entre iguales, con cercanía de sus compañeros y de sus docentes, especialmente en las edades tempranas. Nos confirmamos en esa educación familiar y cercana en que se apoya nuestra propuesta pedagógica, el trabajo colaborativo y las dinámicas flexibles en el aula.
También deseamos volver a esta escuela abierta a las familias que son los colegios de la Red IT, una vez se vayan flexibilizando las medidas sanitarias y de contingencia que hemos tenido que aplicar. Las familias y los centros necesitan esa necesaria apertura y comunicación tú a tú por la que nos conocen y aprecian las madres y padres. Es una de nuestras señas de identidad.
P.: ¿Cómo ve el futuro de la Red de Centros a medio y largo plazo?
Mª. R. D.: Veo un futuro de muchos sueños y mucha esperanza. Como Poveda, no dejamos ni de proyectar ni de soñar. Tenemos mucha riqueza de personas y proyectos. Son tiempos complejos por todas las adaptaciones y la flexibilidad que estos tiempos requiere. Apostamos por ese Pacto Educativo Global, creemos en trabajar por los objetivos del milenio y en que el valor de la educación en este momento es, si cabe, aún más necesario para vivir un verdadero humanismo en entornos cada vez más virtuales. Y esto, iluminado desde la Fe.
Creemos que, por todo ello, una Red como que la que construimos día a día tiene muchísimo futuro.