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En cualquier grupo humano se producen discrepancias, puesto que cada persona tiene su punto de vista ante una situación o acontecimiento. Discutir es algo natural y, como tal, hemos de entender que entre los seres humanos surgen conflictos. Lo importante es saber cómo gestionarlos de la manera más pacífica posible, intentando que las posturas enfrentadas lleguen a un entendimiento. Y en el ámbito escolar, donde los menores aún están aprendiendo a relacionarse y a interactuar con los demás, es imprescindible educarlos y acompañarlos, para que sepan solucionar sus diferencias de forma dialogada y satisfactoria. En el colegio Santa Teresa de León, precisamente, han instaurado esta política de la mediación en los conflictos que surgen entre los alumnos y las alumnas del centro. A continuación, nos cuentan cómo la llevan a cabo.

Pregunta: ¿Qué es la mediación de conflictos en el ámbito escolar?

Respuesta: Es un proceso en el que dos personas que han tenido un conflicto acuden de manera voluntaria y con la ayuda de uno o dos terceros a buscar soluciones y acuerdos a dicho conflicto.

P.: ¿Desde cuándo la aplicáis en vuestro colegio y por qué lo hacéis?

R.: En el año 2006 se elaboró el primer plan de convivencia donde ya se establecieron las bases del programa de mediación de conflictos, desde entonces se han ido dando pasos en la formación de alumnos desde 5º de Primaria en pre-mediación hasta 4º de ESO como alumnos expertos y en los últimos años haciendo intervenciones en conflictos leves entre alumnos.

P.: ¿Ha bajado el número de conflictos o problemas desde que lo lleváis a
cabo?

R.: La evolución del clima de convivencia ha ido a mejor desde que comenzamos a poner en práctica el plan de mediación, sin embargo desde la pandemia y el confinamiento hemos notado un aumento de conflictos originados fundamentalmente en la RRSS así como un aumento de la agresividad que atribuimos sobre todo a el excesivo uso de videojuegos y exposición a pantallas.

P.: ¿Qué es el mediador y qué formación debe tener a la hora de ayudar a
resolver un conflicto?

R.: El mediador, como su nombre indica es una persona que media, que ayuda e interviene a través de la escucha activa y preguntando a los implicados en el conflicto. Y es a través de las preguntas como consigue que sean los propios implicados los que aporten posibles soluciones y lleguen a acuerdos para la resolución del conflicto.

P.: Cuando surge un conflicto, ¿cómo se pone en marcha el proceso de
mediación?

R.: Cuando surge un conflicto hay varias formas de iniciar el proceso de mediación. Una que los propios implicados lo soliciten (aunque esta es menos frecuente) y dos que los profesores responsables del programa les propongan realizar una mediación. También en ocasiones son los alumnos mediadores los que nos informan del conflicto y proponen que una mediación podría ayudar a resolverlo.

En cualquier caso siempre son los adultos los que evaluando la situación, el estado emocional de las personas implicadas, la naturaleza del conflicto en cuanto a gravedad, que la relación sea de igualdad… etc. decidan si el conflicto debe ir a una mediación.

P.: ¿Los propios alumnos piden resolver así sus diferencias?

R.: En ocasiones sí, aunque casi siempre hay que guiarlos y acompañarlos en el proceso.

P.: ¿Habéis notado que la mediación ayuda a mejorar la convivencia?

R.: Sí, aunque como hemos dicho antes las relaciones personales y los conflictos así como la manera de solucionarlos han cambiado desde la pandemia. Hemos notado que los alumnos gestionan peor sus emociones, se han vuelto más introvertidos y les cuesta relacionarse de forma saludable. Creemos muy importante en este momento más que nunca la educación emocional como forma de prevenir los conflictos.

P.: ¿Han bajado los casos de acoso escolar?

R.: No hemos notado un especial aumento de los casos de acoso escolar, aunque sí una mayor sensibilidad de la sociedad ante esta problemática que en ocasiones da lugar a confusiones. 

El acoso escolar tiene unas connotaciones y características muy específicas y un conflicto entre iguales no es acoso escolar. Cada caso debe analizarse en profundidad y hacer un buen seguimiento para evitar estas situaciones. También es importante el diálogo con las familias que solo tienen una visión del conflicto y deben confiar en el centro para dar respuesta al problema, sea de la naturaleza que sea.

P.: ¿Cuál es el entorno más favorable para llevar a cabo la mediación en un conflicto? ¿Requiere de una serie de características concretas o puede
hacerse en cualquier sitio?

R.: Depende un poco del conflicto, si es algo muy leve que ocurre de forma puntual, se puede llevar a cabo una mediación en el lugar que ocurre y en ese instante. 

Aunque lo idóneo es buscar una sala tranquila, en un ambiente agradable, donde todas las partes estén sentadas cómodamente y puedan mirarse a los ojos para que la conversación fluya de forma más honesta y fructífera.

P.: La mediación es un proceso de diálogo donde es importante escuchar a otro y llegar a un punto de entendimiento común pero ¿qué pasa cuando una de las partes no quiere dialogar? ¿Cómo lo hacéis cuando se produce esa situación?

R.: La mediación tiene unas premisas muy claras y los alumnos mediadores lo saben porque se forman para ello. 

Las dos partes deben acudir voluntariamente, por lo que muestran ya una actitud conciliadora o al menos la intención de querer solucionar. Además se deben respetar en todo momento y en ningún caso puede haber faltas de respeto. También deben de adquirir compromisos para la solución del conflicto y lo deben hacer ambas partes.

En un conflicto siempre hay una responsabilidad compartida (quizás no al 50%) pero sí las personas implicadas deben tener claro que tendrán que ceder, quizás pedir disculpas y llegar a acuerdos para que vuelva a repetirse el conflicto.

P.: ¿Qué papel juegan los padres en la mediación?

R.: A los padres se les mantiene informados cuando hay un conflicto en el que su hijo/a está implicado y de cómo evoluciona dicho conflicto a partir de la mediación.

Les pedimos que acompañen a su hijo/a en el proceso de forma conciliadora y ayudando a entender que en un conflicto siempre hay una responsabilidad de las dos partes.

Esta tarea no es fácil, ya que los padres a priori, no son las personas más imparciales del mundo cuando de sus hijos se trata, de ahí que formar parte del proceso de mediación requiera de mucha pedagogía con los padres.

P.: ¿Nos podéis contar algún caso en concreto en el que a través de la
mediación se solucionara un conflicto o disputa?

R.: Si, por supuesto.

Un conflicto entre unas niñas de 6º de Primaria que habían tenido varios problemas por redes sociales, con insultos y humillaciones. Intervinieron dos alumnas mediadoras de 3º de ESO. Hubo varios encuentros hasta llegar a acuerdos porque al principio ninguna cedía y cada una acusaba a la otra de ser la responsable del conflicto. Finalmente, después de muchas preguntas las mediadoras fueron indagando y el conflicto original era una cuestión de celos porque una de ellas ahora era más amiga de otra. Ambas consiguieron expresar lo que sentían y decírselo a la otra, lo que les permitió entenderse y perdonarse. Acordaron que a partir de ese momento cuando algo les molestara se lo dirían y que no lo hablarían por redes sociales.

Las alumnas mediadoras estaban muy satisfechas, aunque manifestaron la dificultad de realizar una escucha activa y de hacer las preguntas adecuadas para ayudar a resolver el conflicto.