En el Centro Educativo Ikasbide de Bilbao, el huerto escolar no es solo una actividad extracurricular; es una parte esencial del proceso educativo. Conversamos con el profesor Alfonso Setiey, coordinador TAC y Agenda 2030 del colegio, quien nos brindó una visión más profunda sobre esta iniciativa: "La actividad del huerto escolar en 5º curso de primaria consiste en el diseño, creación y mantenimiento de un huerto en el centro educativo. Los alumnos y alumnas se encargan de plantar diferentes tipos de semillas, regar y cuidar las plantas, así como aprender sobre el ciclo de vida de las plantas y la importancia de la biodiversidad".
Setiey también menciona que "se ha hecho una actividad de aprendizaje-servicio en la que infantil entero ha subido a ver el huerto y nuestro alumnado de 5º ha sido el cargado de explicar en qué consiste y contarles como son las plantas, su alimentación etc.". Esta colaboración entre diferentes niveles educativos promueve un sentido de comunidad y solidaridad entre los estudiantes.
Además, Setiey enfatiza que el huerto escolar va más allá de enseñar habilidades prácticas. Explica: "La actividad del huerto escolar aporta a los alumnos y alumnas adquieren una serie de beneficios, como el aprendizaje práctico y experiencial, el desarrollo de habilidades y competencias, el fomento de la creatividad y la innovación, el trabajo en equipo y la colaboración, así como la adquisición de valores y actitudes responsables hacia el medio ambiente". "Además, se trabaja la educación para el desarrollo sostenible, la ciudadania global y la responsabilidad social" afirma.
Por último, el profesor destaca la motivación y el entusiasmo que genera esta actividad entre los estudiantes: "La actividad del huerto escolar es muy bien recibida por los chicos y chicas, ya que les brinda la oportunidad de aprender de una manera práctica y divertida. Trabajar en equipo y ver los resultados de su esfuerzo no solo fortalece su autoestima, sino que también promueve su sentido de responsabilidad".